viernes, 16 de abril de 2010

Pablicia en el País de los Despropósitos

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Aplaudir películas malas más allá de África.
He visto gente disfrazada en la oscuridad dentro de un cine de Tercera.
Todos estos momentos se perderán en mi blog, como lágrimas en la lluvia.
Es hora de escribir.

Tres cosas antes de empezar.

Uno, se que es muy fácil hacer juegos de palabras con Alicia. Francamente fácil. Lo siento, lo siento de corazón. Pero tenía que hacerlo.

Dos, sí, sé que el fotomontaje es horrible. Sé que existe el photoshop. Sí, he usado el paint. Y sí, no tenía ninguna razón real para hacerlo. Absurdo, lo sé.

Tres, no, esta no es, en si misma, una crítica sobre Alicia en el País de las Maravillas.

Es más bien una crítica sobre la sociedad. Y eso, que es algo que no me gusta hacer, se debe al visionado de hoy sobre Alicia en el País de las Maravillas.

Voy a hacer una breve crítica sobre la película, contradiciéndome con lo dicho antes. Alicia está bien. Es una película entretenida, con un argumento bastante insulso, unos dialogos bastante tontos, y un imaginario mezcla de las mentes perturbadas de Carroll y Burton. Visualmente es fantástica, pero también lo son 300 o Avatar y no hace de ellas grandes maravillas. Y 300, por lo menos, tiene una gran carga de crítica social (es evidente que se posiciona en la defensa de la testosterona en el mundo) y Avatar esconde multitud de homenajes cinematográficos (si uno se pone a buscar, puede sacar de que trozo viene cada cacho de la película). Alicia es una pelicula bastante vacía, por otro lado. Entretenida, y ya.

Y aquí viene mi crítica social. Y personal. Personal hacia mi mismo, porque hoy formaba parte de la masa que pretendo criticar. La masa, que hoy, me ha dejado sorprendido.

Por que a ver, ¿a que viene aplaudir con tanto ahínco la película antes de comenzar? ¿Todo el cine? ¿Aplaudís a la Disney, amigos míos? Porque sería la primera vez que veo una película de Disney donde la gente aplauda antes del visionado. Y he visto todas las de Pixar, que oye, ahí todavia podía pasar. ¿O a Tim? Que no tengo nada en contra de Tim, varias de sus películas son de mis favoritas de siempre (Sleepy Hollow o Big Fish o La Novia Cadaver por poner algunas). Pero, y aunque siempre ha sido un tipo con muchos fans, esos muchos fans no llenaban la sala. Había alguno que otro, e incluso una tipa disfrazada de Alicia (al menos, con Star Wars, si ibas disfrazado como muchos hacían, eras un friki con criterio. Te disfrazabas de algo friki. Disfrazarse de Alicia es disfrazarse de algo raro). Pero no, no llenaban el cine. Tampoco eran niños los que aplaudían, o al menos no la mayoría.

¿Entonces, son fans de Lewis Carroll? Perdonadme que carraspee. Lo dudo.

¿Entonces, a qué narices aplauden antes de empezar? Que me lo digan.

Pasando por este punto. Vamos a otro. ¿Cómo coño se ha llenado de esta manera las salas? Y según "La Sexta" ha ocurrido en toda España. Vale, que sí, que es una película muy promocionada y todo lo que queráis, pero yo he tenido que sacarme la entrada por internet porque si no no había manera. En fin, parte de la masa criticando a la masa. Soy como esas viejas solteronas que se sientan con otras viejas solteronas en los parques y señalan a otra vieja solterona y dicen: "Mira, ves a Facunda, ¡menuda vieja solterona!". O peor, soy como un trozo de miga de pan que comenta que el pan está poco hecho. Que le vamos a hacer.

Y vamos al punto definitivo. La película está bien. Sin más. No es lo mejor de Burton, ni de lejos, no es lo mejor de Disney, ni de lejos, ni siquiera este año (me apuesto mi alma a que Toy Story será más película... Sí, mi alma, que pasa), y no, no es lo mejor que hay ahora mismo en cartelera. Y sin embargo, aplauden como locos, a rabiar, todo el puñetero cine. Niños, que vale, pero padres, y gordos fofos (más gordos aún que yo, sí, que pasa) que van al cine con sus siete paquetes de patatas grasientonas. Yo como bols de palomitas, tíos. Por lo menos, no salgo con las manos pringosas.

No lo entiendo, en serio. Voy a ver una película que esperaba absurda, y lo peor es que no lo es, solo dos o tres cosas dentro de ella lo son (y son lo mejor de la película). Pero lo absurdo es lo que me rodea. Es el mundo al revés, es como darse cuenta de que el manicomio es la residencia de los cuerdos, y el mundo exterior el campo de batalla de los locos. Guau.

Si me paro a pensar, puedo suponer que es como con Avatar. Que el espectáculo visual es recompensado con grandes aplausos. Pero, por un lado, Alicia no es Avatar, aunque si que sea visualmente muy bonita. Y por otro lado, me jode, ir a ver "El Escritor" y que nadie aplauda, ni nada. Y eso que el final de "El Escritor" merece mil o dos mil aplausos por persona que la vea...

Bueno, termino, que divago mucho. Voy a poner conclusioncillas y tal, aunque en realidad de crítica a la peli solo hay un párrafo, pero bueno, si mis lectores imaginarios han llegado hasta aquí, que coño.

LO MEJOR: La película está entretenida, se deja ver, y visualmente es muy bonita, con algún plano magnífico. Hay dos o tres momentos delirantes que me gustaron mucho. Y he podido sacar extrañas reflexiones morales sobre todo lo ocurrido. Ah, y me compré Zodiac en edición especial.

LO PEOR: Johnny Depp empalaga y chupa demasiada cámara. La batalla final es ridicula. La gente puede ser delirantemente absurda, más que una película absurda, y eso da miedo. Los dialogos y la historia, en si, flojean un montón.

¿LA RECOMIENDAS?: Ni sí, ni no. Si te gusta Burton, si, vela. Si tienes niños que llevar a verla, pues tambien. Si te gusta el cine en general, y no has visto Shutter Island o El Escritor, y te sobra el tiempo y dinero, ve a verla después de ver esas (como mínimo, seguro que algo más hay en cartelera mejor que Alicia). Y si no te sobra, no, no malgastes tu dinero habiendo joyas así en el cine.

Y cuarto. Sí, hay un cuarto punto que complementa los tres primeros dichos arriba del todo. ¡Sí! Ya sé que hacer juegos de palabras usando el monólogo de Rutger Hauer en Blade Runner es muy típico. ¡Que te den!

martes, 13 de abril de 2010

Treme, nueva serie de la HBO

Play for the money, boys, play for that motherfuckin' money

El viernes pasado se emitió el primer capítulo de Treme, "Do you Know What it Means?". Esta serie, creada por David Simon, que no es otro que el señor que firmaba como "Creator" en la mejor serie de la historia de la TV: The Wire. Tooooooomaaa ya, ¿eh? Claro que la mitad de mis inexistentes lectores probablemente no conozcan The Wire. Mal.

Algún día haré una entrada sobre esta última, explicando con claridad porque me parece que es una obra de arte tan grande. Hoy me centro en el piloto de Treme, aunque no creo que pueda evitar las comparaciones.

El piloto de Treme me ha parecido grandioso. Por supuesto, como en la mayoría de pilotos de televisión, es dificil decir que este vaya a ser el mejor episodio de la serie. No, probablemente no lo será. Recemos para que no lo sea.

Treme va de Nueva Orleans y la música. De la misma forma que The Wire iba sobre Baltimore y la droga. Si conoceis The Wire, entendereis porque es tan interesante esta nueva serie.

El piloto muestra un casting espléndido. Como en The Wire, no tenemos un único protagonista, si no que nos encontramos con un ingente número de personajes y con multitud de historias relacionadas con cada uno de ellos. Tenemos a dos actores de la anterior serie (Wendell "Bunk" Pierce y Clarke "Lester" Peters, chavales, lo mejó de lo mejó) y a alguna que otra cara conocida (John Goodman, Steve Zahn y Kim Dickens), pero el resto del reparto seguro que os suena si habeis visto suficiente televisión.

No voy a meterme en espoilers. La serie es intimista, detallada, con el mismo estilo de dialogos realistas que nos dejaba "The Wire" (y con los mismos dialogos grandiosos), y no trata de avanzar a paso de gigante. Treme, como su predecesora, va poco a poco.

De momento, las distancias la proximidad de la trama de The Wire para el espectador (esa trama de policias y ladrones tan clásica en cine y TV) que en este caso, se reduce a dramas personales dificilmente entendibles para quienes no hemos vivido el Katrina, y el hecho de que The Wire tenía una trama central de temporada y Treme, por lo que parece, no. Se centra en narrar los devenires de los personajes, sin más.

Por otro lado, si The Wire ES Baltimore (uno acaba conociendo la ciudad cuando termina la quinta temporada en más detalle que en donde vive) Treme ES Nueva Orleans. De por sí, eso ya me motiva a seguir la serie atentamente.

No quiero entrar en mas detalles. Grandes actores y personajes, gran puesta en escena, gran ambientación y dialogos y una historia que parece al servicio de todo lo anterior. Ahora mismo, con un solo episodio visto, es lo único que la separa del piloto The Wire (que, en el fondo, me gustó algo menos): The Wire tenía una historia central que te motivaba a seguir, Treme, no.

Eso si, si te gusta la música, y en especial, el Jazz... Deberías ir corriendo a buscar el primer capítulo.

Veremos por donde nos lleva Simon en los próximos capítulos.


LO MEJOR: Los actores. La música. Los dialogos. La calidad con la que está tratado todo. Ah, y el enorme buen rollo que respira la serie. Siendo un drama sobre las desventuras del Katrina, tiene un espíritu altamente positivo y buen rollero.

LO PEOR: La falta de una historia central clara. Que no te guste el Jazz, eso sería malo. Que es bastante lenta, como The Wire... Algo que no es malo en sí.

¿LA RECOMIENDAS? Si, sin duda. Solo por la confianza que inspiran estos tíos, sí. Por ahora, altamente recomendada a todo el que le guste el cine, la TV, y en general, las cosas buenas. Y en especial, el Jazz.

lunes, 5 de abril de 2010

En la Oscuridad



Dime, Señor, ¿qué aguarda en la Oscuridad? ¿Vacio? ¿Muerte?

Dime, Señor, ¿no habrá solo oscuridad?

Solo, al filo del atardecer, encuentro mi destino. Yace al borde de un acantilado, una cueva siniestra y perdida, lejos de cualquier resto de la civilización. Ha pasado mucho desde que inicie su búsqueda, siguiendo solo el impulso de mi justo corazón. Y al fin, lo he encontrado. El lugar donde moran las sombras, el lugar donde los demonios culpables recibirán mi justo castigo. La tierra pagana, sobre la que caerá la ira de Dios. La entrada a las tinieblas, donde los demonios aguardan, expectantes, en la Oscuridad.


Avanzo, dudo. La grieta surge de la roca como una zarpa, estrecha y afilada. Las hiedras la rehúyen, y solo los restos de unos tojos grises y espinosos se atreven siquiera a acercarse. Incluso la roca parece temer a la grieta; las vetas tratan de alejarse, formando líneas dispares, que a medida que confluyen en ella, se sumen en la eterna negrura.


Dame esperanza, Señor, pues pienso cruzar la frontera de tu reino.


- Dolan, mi vida – me dice Aina desde mis recuerdos. – Te amo.


Su voz llega en forma de mensaje del cielo. Cruzo el umbral.


La antorcha crea una luz mortecina que se extiende un paso por delante, mientras el resto del mundo permanece en una oscura incertidumbre. Tiemblo. Mis manos se calman al encontrar el pomo de mi espada, que me da valor, y la cruz en mi pecho, que me da fuerza.


Camino, y dejo atrás los últimos vestigios de la luz del sol.


La roca parece morir en un mar de azufre. El olor de podredumbre me invade. Avanzo, mientras el pasillo se estrecha y el suelo se astilla a mis pasos. La antorcha tiembla ante el silente resoplido de la oscuridad. La corriente aspira el aire infectado y me impulsa a seguir.


Llego a la caverna.


- Dolan, mi vida – me dice Aina, justo ante mis ojos. – Ámame.


Su cuerpo desnudo ruega ayuda, sus manos golpeando el pubis en un frenético golpeteo. Dudo. Aina, mi amor.


- ¡Atrás demonio! – grito, alzando mi espada - ¡Tú no eres la mujer que amé!


Y el demonio no lo niega, pero huele a mujer. Y gime de placer, y suplica:


- Ámame, Dolan, mi vida – susurra, y su voz reverbera en la caverna como un eco frenético.

- ¡Siente la ira del Señor!


La cruz me da fuerzas, la espada valor. Cargo contra el demonio que ni siquiera me mira, pero su gemido aspira el azufre, la roca, y la luz. La antorcha se apaga de súbito, la oscuridad me rodea, y sus suspiros producen ecos en las tinieblas.


- Ámame, Dolan. Ámame. Ámame. Ámame, Dolan.


Mi espada no encuentra su presa. Oigo el repicar de sus manos en su cuerpo, como un centenar de tambores resonando en la cueva. Grito. Ella gime, y gime. Lloro.


- Ámame. Ámame, mi vida. Ámame.


Ruego a Dios por clemencia.


Los gemidos se detienen, sus manos cesan en su empeño y se hace el más puro silencio. Caigo de rodillas, mientras ella dice por última vez.


- Ámame, Dolan.


Y su voz se mueve, como una guía. Fuerza, valor. Sigo sus ecos febriles, mientras recuerdo, buscando cordura.


La piedra de mi hogar, la hoguera. Recuerdo las risas de los niños, las caricias nocturnas. Recuerdo la piel del lobo, y recuerdo sus labios y su sonrisa. Recuerdo la luz del sol. Avanzo tras ella.


Al fondo del pasillo, luz. Febril, pero luz. Corro.


La pared surge como sables, el suelo y el techo caen sobre mí con afilados dientes. La sangre salpica en derredor. Me arrastro, desesperado, hacia la luz. La roca se queda mi espada, mi cruz, mi valor, mi fuerza. Mis manos se agarran a la tierra que se cierne sobre mí, escarban, se agitan, y mis piernas se revuelven ante su destino final. Camino entre gritos de dolor.


Mis últimos pasos son inciertos. Avanzo aciegas, sin propósito ni futuro. El horror me golpea y comprendo que jamás saldré de ese lugar.


Y finalmente, cruzo el pasillo.


El resplandor surge de la luz de mi hoguera. La chimenea de piedra se encarama hasta hundirse en la misma tierra. La piel del lobo yace en el suelo, sus ojos rojos, tristes e inmisericordes. Aina acaricia a los pequeños, que juegan con manzanas doradas, girando a su alrededor en eternos círculos.


- ¿Acaso ya no me amas, Dolan? ¿Acaso ya no recuerdas? – me dice, y yo grito. Grito, porque es perfecta, porque es su imagen, su voz, su olor, su sonrisa. El demonio me obliga a ver y sufrir.

- Tú solo eres una sombra de mi esposa, demonio. Tus juegos no me engañan.

- ¿Es eso, Dolan? ¿Has olvidado? ¿No me amas?

- ¡No eres ella! – grito.


Los niños corren a mi lado, sus sombras agitándose, trémulas. Las manzanas doradas caen al suelo mientras ellos se cogen de la mano y saltan, saltan como lo hacían entonces.


- Papa, Papa, Papa, Papa, Papa, Papa, Papa, Papa, Papa, Papa… - cantan, ambos.

- ¡¡Basta!! – grito, golpeándoles con todas mis fuerzas. Las sombras parecen dispuestas a saltar, pero ellos caen y lloran.

- ¿Papa? – pregunta ella.

- Papa – ruega él.

- Enviados de Satanás – grito, y las mazas de oro surgen justo al lado de mis manos. El fruto, cubierto de púas afiladas, el rabo, convertido en un asta de plata. Dios ilumina mi camino. Tomo una de ellas y la levanto sobre sus pequeñas cabezas. – ¡No sois mis hijos! ¡Sois solo sombras!


Descargo sobre ellos toda la rabia de los cielos. La maza salpica sangre negra, mientras sus sombras chillan, inaudibles, oscuras. El lobo mira. Aina llora.


- ¡Papa! ¡Papa! – grita ella.

- Papa… Papa, ¡papa! – susurra él.


Parto las sombras que los recubren en dos y la sangre se dispersa como aceite. El lobo me mira. Aina llora.


- ¿Por qué nos has olvidado, Dolan? ¿Por qué ya no me amas? – dice ella, entre el llanto.


No dudo. Doy un paso, y luego otro. Llego hasta ella, con las mazas cubiertas del repugnante ácido negro. Levanto mi arma.


- Sufre la ira del Señor, demonio – le digo, y descargo mi arma sobre su perfecto rostro. La oscuridad me golpea en la cara, pegajosa. Trato de ver, y oigo solo sus voces, mientras me arranco la negrura con las manos.

- Papa… Papa… Papa… Papa… Papa… - repite él

- ¿Papa? ¡Papa! Papa… ¡Papa! ¡¡Papa!! – grita ella, su voz perdida en el infinito.


Caigo, sumido en las sombras. Caigo sin fin. Notó el vacío del aire, que viene solo en la forma del olor de la sangre fresca, y me arranco tiras de mi piel mientras araño tratando de sacarme la infección de los ojos. El dolor es lacerante, y grito. No sirve de nada. Mis brazos arrancan más y más piel, buscando solo una salida, una pizca de luz. Grito, pero nadie responde a mis súplicas.


Recuerdo. Su risa ya no sirve, contaminada por la forma del demonio. Su voz, replicada por el mal más puro, no es mi guía. Dios ya no puede ofrecerme valor, fuerza, esperanza o amor. Solo venganza.


Recuerdo sus cuerpos ensangrentados ante la piel del lobo. Los niños, apaleados, sus caritas convertidas en una masa de sangre y vísceras. Y Aina, desnuda, la sangre de los niños por todo su cuerpo. Su cara, desfigurada, su cintura, cubierta de la semilla de su asesino. Recuerdo mi horror, mi vergüenza. El llanto, la ira. Recuerdo mis dedos ensangrentados, con restos de mi propia piel entre las uñas. Recuerdo con la claridad del cielo diurno, bendito, iluminado.


La oscuridad se aleja de mí, y solo deja tras de sí a un hombre que rasca con sus manos en el azufre. Su rostro desfigurado por la sangre, su mirada oscurecida por la noche. Sus ropas, harapos desgarrados.


Contemplo a mi demonio.


- Esto ya ha llegado a su fin, malditas criatura – le digo, lleno de la santa venganza en mi corazón. – Puedes esconderte bajo las formas que quieras, ¡no me das miedo! ¡Se que proteges al culpable! ¡Pero no podrás protegerlo de mí!

- La soga, la soga – dice mi demonio, con mi voz y mi certeza. – Se agita, se clava. La soga, la soga.

- No hay nada que puedas hacerme – le digo, - nada que puedas quitarme. Nada que puedas ofrecerme. Soy la espada del Señor. Soy la Justicia, la Venganza.

- Se tensa, te ahoga, la soga, la soga. Justa y maldita, la soga, te ahoga.

- ¡Basta! – rujo, y la oscuridad tiembla, pues mi voz es Su Voz, y mi palabra Su Obra.

- Tiemblas, lloras, clavas tus pies en vacíos que te atrapan y te toman, y la soga, te ahoga.

- ¡Basta! – grito de nuevo, y la oscuridad se aparta, y vislumbro luces y sombras.

- Te ahoga. La soga.

- ¡Basta! – grito por última vez.


La grieta se parte, la oscuridad huye ante mí, y se levanta el telón.


Y tras él, el cadalso.


Allí estoy, Justicia y Venganza, pendiendo de una cuerda de lino. Una multitud de sombras me contemplan, esperan. Mis piernas se agitan, espasmos, estertores de una vida que se apaga. Observo. Aina, los niños y el lobo observan detrás de mí.


- ¿Recuerdas ahora, Dolan? – dice Aina.

- Papa – dice ella.

- Papa – dice él.

- ¿Por qué no nos amabas, Dolan? – pregunta Aina.


Y es Aina, y no el demonio, quien formula la pregunta. La Justicia y la Venganza caen sobre mí. Mi alma se hace pedazos. Contemplo la sangre de mis manos. Contemplo la cruz de mi pecho. Caigo de rodillas, y lloro, contemplando la sangre de mis manos.


Y el lobo, me habla, y me dice.


- Mira, Dolan.


Mi cuerpo pende por un instante de la soga, y luego cae. Mi vista lo sigue mientras cae, y cae. El fuego ilumina su camino. Cae, y cae. Hasta las profundidades de la Tierra. Hasta que el fuego ya no es rojo, sino negro. Hasta que el fuego cesa de dar luz. Y mi vista se convierte en mí, y vuelvo a estar de pie ante el cadalso. Y entonces lo entiendo. Estoy en el Infierno. Lo he estado, todo este tiempo. Ya solo me queda una eternidad de vacío, de inexistencia, sumido en las tinieblas.


En la Oscuridad.


Y el lobo, me habla, y me dice.


- Descansa, Dolan.


Pero el lobo miente. No hay descanso donde estoy. No hay descanso en las tinieblas.


En la Oscuridad.


Y el lobo, me habla, y me dice.


- Sufre, Dolan.


Contemplo sus fauces, que se aproximan.


En la Oscuridad.


Y el lobo, me habla, y me dice.


- Recuerda, Dolan.


Y recuerdo.


Solo, al filo del atardecer, encuentro mi destino. Yace al borde de un acantilado, una cueva siniestra y perdida, lejos de cualquier resto de la civilización. Ha pasado mucho desde que inicie su búsqueda, siguiendo solo el impulso de mi justo corazón. Y al fin, lo he encontrado. El lugar donde moran las sombras, el lugar donde los demonios culpables recibirán mi justo castigo. La tierra pagana, sobre la que caerá la ira de Dios. La entrada a las tinieblas, donde los demonios aguardan, expectantes…


En la Oscuridad.


Y el lobo, me habla, y me dice que recuerde de nuevo.


Y el lobo, me habla, y me dice que no olvide jamás.


Y el lobo, me habla, y me dice que pague, por toda la eternidad.


Y el lobo, me habla, y me dice:


- Despierta, Dolan.


Mas no puedo despertar.


Y el lobo, te habla, y te dice.


- Despierta.


Y despiertas.


En la Oscuridad.


Dime, Señor. ¿Qué aguarda en la noche? ¿Sueños? ¿Pesadillas?

Dime, Señor, ¿no habrá solo oscuridad?


Y el lobo, te habla, y te dice.


- En la Oscuridad.


FIN


El Reto IX - ¡Podium!

Bueno, mi segundo Reto y mi tercer participación en un concurso literario se salda con un tercer puesto mu digno. Estoy francamente contento, con este y el doble podium del Teseo, ¡ya estoy mas cerca de alcanzar la victoria! Aunque con rivales tan buenos, es dificil.

El relato del Reto no lo voy a subir por aquí, hasta que lo reescriba. Pero os voy a dejar ahora mismo con el relato que descarté de enviar, que me gusta bastante. Espero que media persona lo empiece, aunquen lo dudo.

domingo, 4 de abril de 2010

"El Escritor", de Roman Polanski.

Prubín el Ewan, que ni siquiera tien nome y ta ahí tou feliz con sus hojines y su copina de champán.

"The Ghost Writer", que en español recibe el nombre de "El Escritor", es, probablemente, la mejor película que un servidor ha podido ver desde hace muchísimo tiempo, al menos en cines. En el último año y medio, me parece que solo "Shutter Island" y "Malditos Bastardos" se acercaron a las sensaciones que me ha causado esta película, e insisto en el verbo utilizado: Acercar. Siendo claros, "El Escritor" va a formar parte de la larga lista de películas favoritas de antes y después. A mi es muy fácil seducirme brevemente, pero impresionarme de la forma que me ha impresionado "El Escritor" ya es más complicado.

La trama puede explicarse con rapidez. Un primer ministro británico va a publicar sus memorias, y después del fallecimiento de su primer "negro", contrata a nuestro protagonista para que las termine. A partir de ahí se inicia una historia de suspense y conspiraciones extremadamente paranoica e inquietante, pero no por ello carente de humor. Una película que goza de tantas virtudes que se encumbra como una de las mejores películas de los últimos años y sin duda la mejor película de este 2010.

Y es que, para empezar, la película está rodada con mano maestra. Polanski demuestra porque tiene un nombre entre los más grandes del cine a lo largo de toda la película. Todos los planos elegidos son de una sobriedad notoria, viéndose con facilidad el nivel de intencionalidad y planificación en cada segundo del metraje. El continuo uso de los primeros planos, la sensación de claustrofobia en las tomas de paisaje, vacío y desolador, el uso del gris en casi toda la película... Todo rezuma cuidado y dedicación. En especial hay que destacar los dos planos finales con los que se cierra la historia, el paseo de la nota y el del taxi en el exterior, que se convierten automáticamente en ejemplos de cómo hacer cine para cualquier director, amateur o profesional. Espectaculares.

También hay que mencionar los continuos homenajes que se permite la película, a Hitchcock en varias ocasiones (al menos me ha recordado a "Vértigo" y "Con La Muerte en los Talones") y a anteriores películas del bueno de Polanski, como "Chinatown" o "La Semilla del Diablo". En el caso de Hitchcock se hace aún más evidente en el contexto de la película, en el uso de la banda sonora, e incluso en la temática y como está llevada.

Pierce "Tonyblair" Brosnan y su esposa en la ficción, Olivia "Quepenaquenoestébuenaynopuedaserrealmentefamosaenhollywoodyaquesoyunaactrizdelcopón" Williams

Y si alguno cree que es solo una cuestión de dirección, que se vaya olvidando. El guión es magistral. Sencillo, sí, pero tan sutil, tan sorprendente, tan bien llevado, que hace que una historia simplísima revierta en un guión de los que hacen época. Desde ese desconcertante inicio sin diálogos con el barco y el coche, hasta ese final tan terriblemente espectacular, sorprendente y clásico, todo el guión funciona con precisión de relojero y la naturalidad y congruencia que solo los mejores contadores de historias pueden alcanzar.

Ayudan en todo esto los actores, que comparten con Polanski el peso de la película. Magistral Ewan McGregor en su papel de ese Negro sin nombre, esa figura de antihéroe, inteligente pero inocente, fuera de lugar en una trama que le queda enorme. McGregor controla las posturas (ese andar agazapado) y el guión destila en él muchas fuerzas para caracterizarlo a la perfección. El escocés demuestra un enorme talento dominando un papel difícil por lo sutil y lo comedido. No es interpretación de Oscar. Es más que eso. Como detalle, mirad la foto de arriba y analizad su expresión con detalle una vez hayáis visto la película. Lo que se puede sacar de su rostro, de su postura, es alucinante.

¿Y el resto? Tenemos a un Pierce Brosnan en estado de gracia, clavando a ese político decadente y arrogante que al tiempo ni siquiera sabe cómo ha llegado a ser quien es; a su esposa, Olivia Williams, que sinceramente dota a su personaje de una fuerza y una gracia con la que es imposible no empatizar. Magnífica. Junto a ellos un enorme número de caras conocidas, como Timothy Hutton, Kim Catrall, James Belushi o Tom Wilkinson, que mantienen el nivel del resto de actores principales. Destaco a Wilkinson y su dialogo con el Negro cuando este va a visitarle. Jamás se había mascado tanta tensión en una conversación tan correcta y educada.

Así que usad la aritmética. Una historia sencilla pero terriblemente bien llevada, un plantel de actores y personajes grandiosos, la mejor batuta en la dirección que se pueda alcanzar... Y ya os añado que la fotografía y la BSO están a un altísimo nivel también. Sumar, es fácil. Tenéis una película ejemplar, magistral.

En resumen: Obra Maestra.

LO MEJOR: Los actores, McGregor y Williams en especial. La portentosa dirección de Polanski. La coherencia y congruencia de un guión sencillo pero sutil y potentísimo. Y en realidad, prácticamente todo lo demás.

LO PEOR: Es una película inteligente, abierta, que no se lo da todo mascado al espectador. ¿Es eso algo malo? Puede que para quien busque un entretenimiento tonto y sencillo... Pero bueno, con esas la película resulta además endiabladamente entretenida, así que en realidad nada, en realidad no hay nada malo.

¿LA RECOMIENDAS?: Si. A todo al que le guste el cine, a quien agradezca que le traten con respeto e inteligencia, a quien disfrute con las una buena puesta en escena, y sobre todo, a los fans del cine de suspense, de Hitchcock o del propio Polanski. En realidad, la recomiendo a todo el mundo. Pero al grupo de personas que se suscriban a lo de arriba les OBLIGO a verla. O sufrirán... Las consecuencias.

sábado, 3 de abril de 2010

Mierda de ... perdón, Furia de Titanes

Kratos opina que esta película es una mierda tan grande que ni siquiera pone su cara de "Tengo que ir a cagar", porque le ha quitado las ganas. No le da ganas ni de ir a cagar.

La verdad es que el mundo está lleno de malas películas, incluso peores que la Maldad de Titanes esta. Pero cuando pagas 7 € por ver alguna, es lógico que al final escribas una crítica poniendo la película a parir.

Infamia de Titanes empieza con una voz en off e imagenes sacadas del Hubble, que me perdí a la mitad porque la pelí estaba desenfocada y mal puesto el formato y tuve que salir fuera a pedir que lo arreglaran. Que pena que los del cine fueran majos en vez de una panda de secuestradores psicopáticos, quizás me podrían haber retenido bajo tortura durante hora y media y así podrían haberme salvado de la bazofia esta...

Después de eso, la peli ya empieza a ser horrible. Con fuerza. Cuando ves a un pescador to chungo diciendo que alguien tiene que pararle los pies a los dioses porque no le dan pescado (¿¿??) ya sospechas de la maldad de las cosas. Pero todavía puede ir a mejor, ¿no?

No.

Eso resume la película. Empieza mal, sigue mal, acaba mal. Todo es MAL en esta película. Si Cthulhu fuese un film, sería uno parecido a este, por todo lo malévolo que es.

No quiero decir más, no hace falta. Basura de Titanes es una mala película.

LO MEJOR: Cocojuan jodido por haber tirado todo su dinero en el Dirge of Cerberus, una Hamburguesa, unos Nachos y la Mierda esta, en vez de pillarse el Soul Calibur 3 por 6.50 €. Las dos tias buenas. La Arteton saldrá en Prince of Persia, la Davalos salía en dos o tres capítulos de Ángel.

LO PEOR: Todo lo demás.

¿LA RECOMIENDAS?: ¡¡No!! Es más, si alguien te la recomienda avisa a las autoridades, es culpable de un delito contra el buen gusto. Y si te sientes un justicieron en plan Batman... ¡Mátalo!

Feisbuk... Feisbuk... ¡¡¡FEISBUUUUK!!!

By the way, me he adentrado en el mundo de las redes sociales. Tengo feisbuk.


Si, hay cosas que nunca pasan de moda...

Hace tres años...

Hace tres años me decidí a abrir un blog. En aquel entonces tenía dos razones. La foto que podeis observar ahora mismo, una entrada mas abajo, y la estupidez infrahumana que me obligaba a hacer algo que sabía que, con muchísimas posibilidades, abandonaría en breves.

Hoy, un número de días cercano a mil después, me dispongo a continuar con mi blog. Error, a empezar un blog. El redescubrir que este seguía vivo solo ha sido una casualidad fortuita.

En este blog podreis leer mis superelatos que no vayan para ningún concurso o que salgan de un concurso con dignidad. Puede que fragmentos de los dos proyectos más mayores con los que trabajo actualmente (una serie de relatos cortos sobre el mismo personaje y una novela chorriguay que probablemente no escriba porque me conozco). Y casi con toda seguridad, no leeréis nada porque, seamos serios, ¿quién coño lee blogs hoy en día? Los blogs son aburridos, tienen muchos palabros y los palabros no molan.

Pero como también pondré chorradas, fotos, reseñas de cine, literatura y videojuegos, y puede que incluso regale dinero, cuento con que al menos un 0,0000000000001314% de la población de conocidos de mi persona entre un día, vea una foto y le haga gracia. Y si es así, y pone un comentario, yo seré feliz.